Mi sequía es de las peores, nada tiene que ver con la lluvia, es una mezcla de cansancio dolor y desgana, hace que las palabras, se me atranquen en algún lugar oscuro y tenebroso, yo trato de convencerlas por las buenas les digo que inventare una bonita historia para que bailen contentas, pero no me creen. Pienso y le doy vueltas como volver a ganarme su confianza, pero solo a fuerza de tirar de ellas con furia, consigo que salgan a la luz, tímidas y asustadas, se apagan como una vela sin aire. Creo que las tendré que dejar un tiempo tranquilas. para dejar que fluyan, solo cuando ellas estén preparadas. Mientras tanto, cogeré un libro y serenamente las disfrutare.