Santiago Miranda

A la calle utopía llamada

 

Ya cada uno quisiera
Caminar completo de espíritu
Rebalsado de sueño, liquidado el deseo
Caminar por la calle última
Pavimentada de cero
Ya sin la sangre del obrero
Que a perdigón y luma fue desparramada

Ya cada uno quisiera
Recibir una sonrisa del cielo
Descuidarse del polén en alamedas
Y la rabia ensarnada de perros
Ya casi sin envidiar el vuelo
Del ave por siempre alejada
Del duelo mundano, que acaba
Por enturbiar el rumbo trazado

Ya cada uno quisiera
Que no hubieran solo unos
Que no hubieran más que ceros
Que nadie gima ni llore de placer
O sufrimiento, que el hambre se acabe
De golpe, que la tierra se haga cielo

Y cada uno envuelto de su pensamiento
Vuele libre, nazca de nuevo
Se agite y olvide cada palabra usada
Y cada uso dado en su carne
Por el sistema objetivo de la palabra
Y se unan desde cada uno, el centro
De sus inexpugnables forados
Se desplomen y creen la sagrada
Burbuja-astro-óvulo-ensueño
Estallen en el infinito vacío y despierten
Aquella consciencia abrumada
De que la que fuimos un extraño sueño
Tan lejano como el eco paradisíaco
Que habitamos en corazones ajenos
Tan presto al olvido, volvamos.