Y las nubes siempre están en su sitio,
los besos cambian de almohada y de sueños
y los adioses, son extraños cuando el corazón se mueve
y cuando se para, es un momento de suspenso
un juego de niños, entre hambre y algo de misterio
y un hola, es decir empezamos el día
un adiós, lo hemos terminado
y el café sigue caliente
y las manos siguen pensando que todavía queda día
todavía hay abrazos
nos quedan manos,
nos queda el tu y yo, suspendido en la nubes
nos queda algo de hambre
y un cuerpo hambriento muerde…..
una flor desciende…..
una nube me recuerda aquel sueño….
y ahí está mi amigo Pedro, que me dice vuelve
y le digo que volver es tiempo….
y tiempo es todo, en ocasiones nada,
y septiembre sigue siendo como marzo,
comiéndome las entrañas, volando….. hasta algún carmín de color malva….
y la malva es mi barrio, de niño dos balones,
pocas zapatillas y muchas ganas…
y las nubes siempre están en su sitio, y yo descifro sueños en el cielo…..