Levanta los brazos ,
salude al sol y este sabrà responder ,
lo hice y este me acariciò la piel
del rostro , como un beso de un
amoroso padre .
Y mi corazòn sonriente dijo ,
gracias señor , necesitaba una caricia ,
que me alimentara el alma .
Ten plena seguridad que aquì estarè
esperàndote en cada amanecer ,
para recibir la energìa de tu vida ,
la cual me aumenta las mìas ,
y me hace avanzar en el dìa con màs vigor .
Padre sol , aquì tu hijo agradecido ,
que te reconoce toda tu belleza ,
que alimenta mi ser , que tanto necesita
el amor que desprende tu calor .
El sol sonriente escuchò .