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UNA MENTE AVENTURADA (parte 4)

 

En la editorial la noticia corrió como pólvora, mientras Lalà en su oficina pensaba como hablar con su hermana menor, sus padres siempre les transmitieron valores morales seguidos de recia doctrina religiosa, entre ambas sin duda Lucy siempre fue la mas obediente,  seguramente su hermana no entendería las razones que la llevaron a tomar la decisión de convertirse en striper, siendo esta la segunda fuente de ingreso que complementan los gastos que genera vivir en la ciudad.  –“Lucy por favor entiende, no tuve otra opción, entre seguir adelante o regresar al pueblo derrotada, esto es una medida de emergencia transitoria, voy dejar ese empleo, pero dame un poco mas de tiempo”.  –“Hermana, si esa es tu decisión yo no puedo hacer nada, solo te advierto que mas temprano que tarde las consecuencias de tus actos tendrás que asumir, y recuerda la juventud y belleza de la que ahora disfrutas no durara para siempre, creo que tomas un camino equivocado, sin embargo tendrás que comprobarlo por ti misma, espero estar equivocada y deseo que todo te salga bien”.  Al día siguiente a puertas cerradas en la presidencia de la editorial se discutía el hecho de prescindir de los servicios de una joven brillante y muy productiva en la editorial, la cual en muy poco tiempo había demostrado gran inteligencia y capacidad en el desarrollo de las funciones asignadas.  Se generaron diversas opiniones en relación a tal situación, unos votaban conservarla, otros votaban despido inmediato.  Repica el teléfono en la oficina de Lalà.  –“Lalà, solicitan tu presencia en este momento en el salón de conferencia”.  La reunión fue breve, por votación unánime, invitaron a Lalà a seguir trabajando en la editorial, alegando que ellos olvidarían el episodio de las fotografías de striper, si ella prescindía de cualquier otra actividad laboral fuera de la empresa, que atentara la ética y costumbres, ya que de alguna manera eso pudiese afectar la buena imagen del personal de una editorial.  Lalà recordó las palabras de su hermana mientras una lágrima rodo por su mejilla, se incorporo del asiento, sintió que se ahogaba en el salón,  y salió en silencio sin decir palabra alguna, mientras el jefe de personal le decía: -Esperamos que a la mayor brevedad posible nos haga saber su decisión.  Se fue a casa directo a la habitación y lloro al ver una nota que su hermana le dejo en la repisa, “Hermana cuando leas esta nota ya estaré en mi nuevo domicilio, pronto te llamaré”.

 

y la vida continùa ...