Dixon Calvo Cespedes

19 rosas en temporada de tormenta


Te juro, he sobrevivido
a miles de huracanes
unos injuriosos en mi cama
otros verdaderos atentados en mi alma;
pero este es innegable
me hizo sucumbir,
hasta las palabras me temblaban
como si hubiese andado cien millas
en una bicicleta;
odié tu abrazo tan tierno, tan sincero
pero más me odié yo mismo
por no poder sostener
mi mirada en la tuya
mis piernas en el suelo.