La madrugada está colmada de estrellas inamovible
Sujetas al hierro de la historia
Yo soy la cometa que pende de la luna
Viajo sostenido de mi mano izquierda por la gravedad luminosa del amor
Las avenidas son constelaciones olvidadas
Pues como electrón fiero de rebeldía, acaricio el centro atómico de mi estrella
Único candor que hace brotar en mi estepa, aquella flor que poco es mía, sino más del alma que la germina.