Siempre pedí tenerte cerca para amarte, amar cada parte de ti, cada respiro de tu aliento, cada gemido de tu alma, amar cada gesto de tus disgustos, cada sonrisa de tu felicidad, cada expresión de tu satisfacción, amar inclusive todos tus defectos. Pedí tenerte cerca y sentir tu sudor tratando de enfriar tu sexo caliente, sentir tu mirada de soslayo y tus caricias apasionadas, siempre pedí tenerte y poseerte deslindada, servida para mí en mi cama, y con la miel fungiendo de sabana escarcear tus curvas delicadas con mis labios y amarte como en otras líneas dije, y no perderte como temía, siempre pedí tenerte, porque solamente dama hermosa, solamente te quise hacer mía.