Con un ojo cerrado y el otro a medio guiño
con un rictus de odio ridículo y lampiño
vas a morir infame de tanta antipatía
por andar reprobando, juzgando y despreciando
vas a morir un día cuando nadie se acuerde
Vas a morir tan calvo como una losa fría
tu testa dura y terca de erudito irredento
criticando la Europa, blasonando las Indias,
ensalzando mi verso latinoamericano
y cuando ya no tañan campanas en la aldea
vas a morir un día con lluvia, lluvia y truenos
muy temprano.
No habrá resurrección que redima tu orgullo
ni lamento de madre, mucho menos de hermano
habrá una paz tan dulce cuando mueran tus manos,
tu lengua, tus piernas
ruego Q.E.P.D en brazos de Satán.