Lo voy a decir muy bajito,
hoy que no lo estás pidiendo,
usted es todo lo bonito,
siempre más de lo que pienso,
si valoras el hechizo,
de un corazón de esos necios,
entonces quien sueñe contigo,
tiene en sus manos el cielo,
por lo mucho que has sufrido,
y por como te has repuesto,
por tus amores prohibidos,
por tus caricias al tiempo,
siempre cambiando de ritmo,
aunque quedes por el suelo,
creces contra lo imprevisto,
y eres tan fan de lo incierto,
tú no crees en el destino,
tienes planes para enero,
un lugar para el olvido
y un cariño verdadero.
Yo me quedo con el brillo,
de tus ojos al invierno,
de tus manos al suspiro,
de tu cuello a mis intentos.
A veces es un castigo,
el dejarnos para luego,
merodearnos por descuido
y no porque lo queremos.
Aparentar que vivimos,
tan lejos de nuestros sueños,
y allí están siempre al suspiro,
de un abrazo duradero.
Como una novela sigo,
pendiente de los enredos,
de las pausas, de los guiños
y la tensión en el medio.
Porque tú eres el chico,
tenebroso y sin rodeos,
yo la del toque cohibido,
extraviada en el silencio.
Juntos más que un desafío,
lejos más que un atropello,
que tan poco decidimos,
corazones tan viajeros.
Si en un puerto coincidimos
y podemos resolvernos,
entre tanto escalofrío,
dos palabras nos debemos.