que su llegada me alegraba los dias
mas que cualquier cancion,
mas que cualquier puesta de sol,
aun puedo verla corriendo bajo
la lluvia fria de San Cristobal,
ella no lo sabia,
corria a prisa por no mojarse las ropas,
pero para mi fue un sueño que se me cumplio,
en ese instante fui un niño de nuevo
que jugaba a persiguirla entre los charcos,
aquella tarde la ame mas que a todo lo que pude haber amado,
si ella supiera
que a mi me gustaba verle el cabello humedo y alborotado,
hay! si ella supiera
que su llegada a mi vida fue como un milagro
esperado por años,
apenas y late mi carrazón sin ella,
de ella es todo mi aire,
de ella toda mi fuerza,
quiza ella nunca lo supo,
y tal vez nunca lo sabra,
que cuando me miraba
sus ojos sembraban en mi pecho primaveras.