lorenzo salamanca garcia

Desnortado.-

Recogió sus apuntes del éxito:

había errado en todas las pruebas.

Vendió su alma al ultimo profeta

que llamó a su puerta.

Intentó ahogar sus penas bebiendo:

procesionaba por todas las cantinas. 

Opinaba sobre cualquier tema,

especialista en verborrea, 

sin diploma.

Solía arreglar los conflictos

con pólvora.