miguelarenas

CONJUNCIÓN

CONJUNCIÓN

 

Es otra tarde de invierno,

y los árboles, quejumbrosos y

vulnerables yacen, descansan, renacen.

 

Con los árboles en vívido trance

fluye nostalgia, todo entristece,

incluso la ruidosa y pomposa calle

se torna serena y lánguida.

 

Y allí, recostado sobre la fría

y lluviosa grada de la tarde,

caigo en mortales raíces,

crezco en juveniles ramas

por el aire.

 

Disperso en tan grandiosa conjunción

no siento dolor, no padezco hambre.

 

Hablo con las nubes,

chismorreo con el viento,

canto con las aves.

 

Y pues, vuelto árbol,

regreso a la tierra

para nunca marcharme.