— Hay algo que ninguno de los dos entiende,
que se muestra intranquilo,
como el lunar en un rostro que
tiembla por ser conocido y
luego solo se esconde.
— Palabras que no se dijeron,
lugares donde alguna vez estuvimos.
— Recuerdos que desconozco
como aves que escapan al pensamiento.
— Hoy, un día tan gris,
puedo ver el amor repitiéndose
como la enredadera se repite en su enredo.
— Hoy una carta sin sentido
puede esconder la más tímida importancia,
quizá sea el presagio de los cielos.
— Mientes cuando guardas un recuerdo de nosotros,
la gota de un diluvio que ha borrado todo entre los dos y
volviendo en mí memoria cada vez más lejana
la vida parece tan sencilla
como una tormenta enfrentando al sol.
— Empezaremos en algún lugar,
daremos de alimento amor al amor propio,
serviremos de ejemplo al corazón.
— ¿Quién se animará a recordar algo ahora? ...
— ¿Vamos a ver al ángel en la plaza
cuando se arranque las alas?
Gritaremos de dolor por nuestro amor que ya se ha ido.