MariposaOdorata

PropĆ³sito...


En ocasiones mi mente y corazón se unen en propósito
El del conocimiento de si tú, amor mío, me sigues viendo y amando con la misma intensidad
De si no te has aburrido de mi y de mi cuerpo
Si te sigo pareciendo aquella mujer que conociste una noche de copas en un bar cualesquiera
O si tu concepto de mi cambio una vez que abrí la boca
Pues bien dicen que cuando una bella mujer habla pierde parte de su gracia
Si mi ingenio e inteligencia te pareció suficiente y encantador o insoluble y fastidioso
Si las curvas de mi cuerpo te parecen suficientes para que tus dedos recorran y descubran cada parte de mi ser
Y con tu voz y mente conocer cada parte de mi interior, cada pensamiento, y no sorprenderte al saber que cada uno de ellos te pertenece mi amor
Al igual que cada parte de mi cuerpo que fue tuyo desde la primera vez que posaste un dedo sobre mi para invitarme a bailar
Y yo te lo di todo: mi cuerpo, mi mente, mi alma y mi corazón aún sin darme cuenta me entregue por completo
Más aún cuando me di cuenta de lo que había pasado no quise remediarlo, por el contrario me rendí como un preso que acepta su condena de muerte ante un pecado que sabe que cometió.
El pecado del amor es el único que te permite saborear la gloria por un instante y hacer que se sienta como si hubiera sido una eternidad que no dura lo suficiente.
Así pues amor mío lo único que pido es saber si tu amor me acompañara o dejará a la deriva.
Pues como una Julieta entregue mi vida.
Después de todo me entregue sin estar vendida.