Señora amada,
He tomado mis sueños y he pretendido buscar los tuyos
Talvez somos parte del mismo sueño.
Amada mía, Mujer mía
Ese Sueño el de antes y el que seguirá siendo después
Somos un solo espíritu. Si, el de siempre
Espíritu que alberga nuestras almas
Espíritu, que se hizo consciente por la magia de este amor.
Guaguita, piensas y sientes…
Yo te escucho...Tu boca dice, tus manos y gestos hablan. Yo talvez perciba algo...
Ese algo, queda en mí, algo como susurro o grito que sale de ti.
Ese susurro que dice:.
Te tengo miedo,
Tengo miedo a tus palabras
Tengo miedo a tus ansias y a las mías
Eres un demonio que tienta
Un demonio que deseo
Un ser que conozco y no conozco
Un hombre de verdades medias y verdades enteras
Eres un hombre, que es duro y que a su vez lo siento niño,
Tengo miedo, porque me posees, me robas el sueño
Mira mi rostro con profundas ojeras, mi cabeza cansada
No duermo, porque andas allí metido
Pero no puedo estar lejos de ti, porque me das vida
No imagino estar sin ti, moriría poco a poco
Pienso eso y mi mundo se hace opaco y triste
Mi alma se lastima,
Eres un espíritu revoltoso, glotón, lujurioso e indecente
Eres un espíritu hermoso, sensible, noble y lleno de amor
Eres caritativo y sensitivo, pero a la vez sucio, sádico y perverso
Cuando empiezas tu influencia no física envuelve mi mente
Te muestras y arrebatas mi atención, te siento me posees
Quemas mis entrañas y mis sentidos
Confundes mi alma haces que no me pertenezca
Te haces dueño, te tengo miedo
Tu lejana presencia acecha de esta forma
Si estuviera en tus brazos sería esclava.
Voltearías mi vida ordenada, y sucumbiría a tus pactos.
Pero aun desde lejos rompes mi orden
Haces que construya otro en el que ya estas tu
Maldición llegas, me engulles y empieza tu bruma que envuelve
Salvaje lascivo y sensible,
Con palabras bellas me cubres, agotas mi cuerpo y mi mente
Pero al final eres ternura amor y el sueño del que no se quiere despertar.