Amor mío, me duele muchísimo que estés tan lejos y a la vez tan cerca. Tan lejos de un nosotros; pero tan cerca de mi corazón -un tanto dañado, quizás hecho añicos por tu partida, pero aún sigues en él-.
Han pasado siete largos días. Mis noches han sido eternas y mis días los veo sin sentido alguno. Te extraño, es algo que he estado repitiendo día a día, hora a hora, segundo a segundo. Te extraño y me duele que no estés aquí conmigo.
Amor mío, extraño tus abrazos, tus besos, tu cuerpo. No sabes cuanta falta me haces. Regresa, por favor, regresa.
El tiempo aún no logra cerrar esta herida.
Te extraño siempre.