Tus ojos, mis ojos,
los míos, los tuyos.
Mi ego y tu ego
arrojados al fuego
que alimenta el orgullo.
Tus ansias, mis miedos.
Tu cuerpo y el mío
gozosos de ser uno
en el tiempo vacío.
Tus llantos y risas.
Mi alma hecha trizas.
Las idas y vueltas
y las vueltas a ir.
Las ganas de querer
pese a todo, seguir,
contigo y por vos
conmigo y por mi.
Mi piel y tu piel.
Tus manos, mis cejas.
el reavivar a diario
la llama pareja
de este amor con modos
que bareman entre
lo esperable
y lo maravilloso.
Uno, otro y más versos
que intentan expresar
lo orgulloso
que me siento de ser tuyo.
El derrapar de mis labios
por tus curvas peligrosas.
La cima de tus pechos
cual cumbres borrascosas.
El néctar de tu sexo.
La perfección de tu cuerpo
en lo cóncavo y lo convexo.
¿Cómo no ser dichoso?