Sus pensamientos divagan, observa su entorno y no lo puede creer, basta un solo minuto para que la vida de tantas personas desaparezca en un instante, mientras otros con más suerte solo pierden toda una vida de esfuerzo y trabajo, y ante sus ojos ven desmoronarse todo como castillo de naipes. –“¡Señora, señora!, ¿se encuentra usted bien? Entre un cumulo de ruinas a su alrededor, un sordo sonido no le permite escuchar y mucho menos entender lo que hablan, con la mirada perdida se encuentra sentada sobre la orilla de la cornisa de alguna casa. Todo es una gran confusión, la gente corre sin saber a donde se dirigen, otros gritan clamando con los brazos extendidos al cielo, mientras la tierra tiembla bajo sus pies, no hay sitio seguro ni donde esconderse. Entre los sobrevivientes alguien mas busca desesperadamente a sus familiares, el estado de shock no le permite coordinar ideas, alguien grita: -“¿Señora cuantas personas estaban dentro de su casa?, ¿Es esta su casa?, la mirada extraviada fue la respuesta. Entre los perros de salvamento, se observa a uno de ellos ladrar insistentemente en un mismo lugar, cavan por un par de minutos y milagrosamente rescatan a un niño con vida, luego vuelve a temblar y se desmorona por completo el lugar sin esperanzas de rescatar a nadie mas. Cuantos recuerdos de aquella tragedia llegan en tropel, al ver aquel niño desamparado del cual ella se hizo cargo asumiendo su adopción. “Mami katy” asì la llamaba mucho antes de aquel dìa en que ambos perdieran a toda su familia, y a partir de ese momento compartieron como madre e hijo haciéndose compañía. “-Mami katy, ¿en que piensas? Con los ojos nublados ante la emoción de verlo hoy convertido en todo un hombre de bien, le contesta: -“No es nada mi niño, estoy llorando de felicidad al ver que hoy te vas a casar y tu nueva familia crecerá, siempre ten presente que la vida nos brinda una nueva oportunidad.///
Y la vida continúa …