Por Alberto JIMÉNEZ URE
(Dedicado a mi ex amigo escritor Ennio JIMÉNEZ EMÁN)
De ti se decía que «culto» y «gnóstico»:
Pero, soy testigo que más próximo
A la Heroica: desquiciadora de muchos
Y ennoblecedora de otros, según los casos.
También, numerosas veces, libé
Para celebrar la vida persuadido
Que, mediante su efecto hipnótico,
Un día sería el hombre más «sabio»
Pero al siguiente el peor entre «idiotas»
Sin embargo, nos quedaba el cerebro intacto
Con la biomecánica de repararse a sí mismo
Al dilucidar que (in delirium) magnificamos
Las miserias y tragedias de nuestra existencia.
¿Dónde yace muerto el tuyo, [ex] genio?
-Te pregunto porque dedicas
Algunas de tus oníricas noches
A llamarme para, fortuitamente,
Ofender y gritar que mi madre
E hijas son prostitutas de vía pública
Mientras me amenazas de muerte
Con voz enrevesada de tanta Heroica.
Seguro de mala cosecha, esa que consumes
Antes de vociferar reproches de camarada:
Propias de miasmas e idólatras de un fetiche
De la Internacional de Comandantes Difuntos.
¿Qué te impulsa exhibir
Tu presunta piltrafa oculta?
Elige la fecha, hora y lugar
Para que desenfundemos
A la cuenta clásica de diez:
Frente a fanáticos de duelos
Eufóricos y enardecidos.
Selecciona el arma letal que te plazca,
Alguna temática filosófica, política,
Disciplina literaria o religiosa por debatir
U ofensas para denigrarnos el uno al otro:
Igual acudiré a tu encuentro porque, no lo dudes,
Canallescamente atacado nunca esquivo a nadie.
Hace tiempo lo sabes: no temo a ningún hombre,
Sea o no un imbécil, esté sobrio, lúcido o apertrechado.