Déjame que yo te lo cuente Limeño,
de ese ensueño que engalana tu mirada
de estar en ésta la lucha, tú cual plebeyo.
A ver si así tienes un mejor mañana.
Déjame que yo te lo cuente Limeño,
ahora que se ha puesto en pie el pueblo,
porque el recodo y el futuro prometen.
Ya que saben que tu lucha al fin procede.
Claro que yo te lo contaré Limeño,
de esos días tan crueles y olvidados,
en que el país herido estuvo tiempo.
Aquel siglo en que azotaron a mis hermanos.
Claro que yo te lo contaré Limeño,
ya que todavía los compatriotas resisten,
sin dar brazo a torcer siguen sus sueños.
Y dan a conocer que los peruanos si existen.
Así que deja que yo te lo diga Limeño,
a ver si así retumban el Palacio y el Congreso,
de saber que defendemos la libertad y derecho.
Con sed, con hambre, con alma y con recelo.
Deja que sea yo quien te diga Limeño,
para que no te anden más con rodeos,
todo son puras falsedades y misterios.
Pues hambruna por doquier vemos.
Ay permíteme que yo te lo diga Limeño,
ahora que en una soga de oro y plata,
los rinocerontes se mesen con esmero,
ahora que la ignorancia se desenmascara,
ahora que la utopía renace de nuevo.
En ese ensueño, Limeño,
que engalana tu mirada.