La noche se viene en silencio
le acompaña la luna callada y tranquila
sentada en la arena de la playa y serena
veo como tus ojos,
me aman en la paz de un poema.
Fuiste mía una noche de verano
cuando el sol apenas se entraba
la brisa jugaba con nuestros cuerpos
y las olas,
las olas nos acariciaban en silencio.
Poco a poco fuimos,
al encuentro de la noche
nuestros cuerpos hundidos en la arena
nos amamos sin darnos cuenta
que en lo alto del cielo,
nos miraban las estrellas.
Te amaba y te lo repetía una y otra ves
mis labios besaban tu cuerpo
mientras mis manos te protegían
para que solo fueras mía,
completamente mía.