Abro una puerta.
Entra el aire.
Recibo
El
Frescor
del mar cercano.
Se siluetan en el cielo
dos nubes en forma de
interrogación.
Subo las escaleras que
me llevan a ellas.
Pongo una frase en medio
de dos signos con forma
de
Cáncamo.
Cuelgo sobre ellos las imágenes
que me llevaré al cielo.
Todo cuanto poseo lo dejo en
el suelo, pesa demasiado.
Solo imágenes- que no pesan -
Nada de posesiones, no tengo
suficiente fuerza para cargar
con ellas.
De todas formas tengo pocas,
pero no las quiero en el cielo,
no las necesito, solo recuerdos,
vivencias, todo cuanto pueda
llevar en la mente.
Lo virtual gana a lo material.
¡Se está muy bien flotando
sobre las nubes!
¡Aquí me quedo!
Abajo solo hallo fuego, cenizas,
desesperanza.
Aquí tengo mi futuro. Cielo azul.