Hoy es lunes de invierno,
Estancia donde las horas, son el más pesado de los tiempos,
Aquellos que no son pasajeros;
Hoy es lunes,
Donde el frío se asocia, al hambre del más gris de los cielos,
Y donde el abrigo tirita, bajo el postigo de este frío invierno.
Hoy es lunes de invierno,
Donde el Abril de los mares no lleva consuelo,
Y donde la brisa pacífica del mar de mi pueblo,
Es un halo perdido, entre las olas y el frío lamento;
Hoy no es domingo, ni enero cálido que me dé un abrigo,
Hoy el amigo más cercano,
Es el viento cortante que hiere la piel,
De mis labios callados,
Y de mis tibias y escuetas manos.
Hoy es lunes, de cantos fríos, y de muy poco abrigo,
Donde el aroma de un café recién servido,
Es la nostalgia de un asiento vacío;
Hoy te recuerdo, como si fuera un sábado,
Y tú en la arena dormida,
Como si el mar no hablara, y casi intuyera,
Que no hay más brisa, si tu aroma se aleja;
Hoy es lunes de invierno,
y cojo un sedoso pañuelo, que tuyo fuera,
Donde hallo el rastro de un viejo aroma,
Aroma que se ha encanecido,
De todo el tiempo perdido,
de toda nostalgia arrobada...
De todo silencio sin abrigo.
Hoy es lunes, y el invierno trae consigo,
La vieja brisa que abruma mi frente,
Y el frío intenso que pierde el olvido;
Hoy es lunes de invierno,
Y tu amor sigue viviendo en mi pecho,
Como un rito silente... lejano, triste... y sin abrigo.