Como al agua que quita la sed,
como al pan que quita el hambre.
Te necesito.
Tu ausencia pesa más que la vida misma,
y la vida pesa más sin ti.
Como cadenas de soledad,
que arrastro en cada paso,
y en cada paso me arrastran a estar más solo.
Sin ti.
A ti y a tus huellas sobre mí,
efímeras y atolondradas.
Pasajeras.
No había sentido dolor más grande,
una mayor carencia que la de dios,
ahora tú eres mi mayor carencia.
¿Serás más grande que dios,
o es esta necesidad más grande que la fe?
Pero, espero, el dolor se marche,
llámame soñador, iluso o estúpido
pero, espero, que cuando se marche tu regreses,
conmigo,
así como te fuiste.
Porque ¿qué es mi dolor si no tu ausencia?
¿qué es tu ausencia si no dolor?
Te necesito…
No me hagas repetirlo.