Hay una tenue voluntad que me engaña.
Haciéndome creer que a estas horas;
Todo es posible
El camino es mas visible
La solución es concreta
Casi llego a la meta
Aunque olvido lo ilusorio de su calor fraternal
El manto nocturno de piedad
La idea que no tienta claridad.
Fantaseo el motivo
Filosofeo conmigo;
¿Qué és vivir?
Continuo respirando
Cruje mi estómago
Sigo lactando
El virus me consume
Gime la libido
Aúlla la ira
Hay lágrimas conmovidas
Vomito residuos
Charlo contigo
Estruendosa la risa
Trepo cornisas
Escapo libertina
Buscando mi trébol de cuatro hojas
Los sistemas siguen fluyendo
A la par del alma decayendo
¿Aún estoy viva?
Extraño lo que nunca tuve
Tengo abstinencia de lo que jamas probé
Quizá sea por tristeza me enamoré de la naturaleza
Al menos algo pude querer.
Pude sentirme pequeña
Ante el universo.
Y prender unas velas
También algunos inciensos,
En su honor.
Lo clamo a toda hora;
Que lo que pido llegue
Sin demora.
Que no hay mente que soporte,
No encajar en el molde
De ninguna existencia.
Que no hay alma que resista,
Vivir como alienista.
Pude encontrar vitalidad,
A base de los sentimientos
Más oscuros,
Que puedas imaginar.
Creyendo que ser objeto,
Para que él descargue
Su desdicha,
Era un gesto afectuoso.
Parte del amar.
Y a su vez;
Puedo ser feliz con respirar.
Sentir el viento pasar,
Desde el árbol
Hasta mi pecho,
Sin necesidad
De anhelar algo más.
No me tachen de la lista de los vivos.
JULIETA IALLORENZI
PATENTADO EN SADAIC Y DNDA
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