Enjaulados en prejuicios.
Enjaulados en estereotipos.
Enjaulados en religiones.
Enjaulados en falsedades.
Enjaulados en mentiras.
Siempre vivimos atados a estas cosas.
Sin tan siquiera cuestionarlas.
Sin pensar en otras realidades.
Sin pensar en otras verdades.
Y así es como estamos.
Atrapados en jaulas sin sentido.
Viendonos obligados a pensar como ellos quisieron.
Y nunca haciendolo por nosotros mismos.
Nunca pensando realmente.
Nunca, pensando.