Mi querida amiga, en esta tarde tenemos que hablar,
Pues ya no eres mi amiga, te has convertido en algo más.
Has estado más conmigo que un día de sol en primavera,
Y Aún mucho más de lo que dura el invierno.
Me cobijaste entre tus brazos cual ave a sus polluelos,
Y me secaste las lágrimas con tus manos cual pañuelo
Me miraste con tus ojos de silencio
Y te sentaste conmigo a ver como se extinguía el fuego.
Cual piedra preciosa de inigualable valor
Tus caricias frías, me aliviaron el dolor
Mas sin embargo ¡oh amiga mía!
Hoy me duele si te pierdo, pero me duele tu compañía.
Caricias frías, palabras mudas, llanto invisible
Cristal fundido de dolor tan comprensible
Como te digo que ya no eres mi amiga
Que te veo como como el sol a final de mis días
Amor fugas, que se vuelve inoportuno,
Que me agarra con sus manos, cual manos de un verdugo
Que me arrastra a su camino lleno de rosas y de espinas
Y a pesar de eso tu siempre me esperas a que vuelva, amiga mía.
Mi querida amiga, en esta tarde tenemos que hablar,
Pues ya no eres mi amiga, te has convertido en algo más.
Te miro y me miras con tus ojos que están llenos de bondad
Y hoy no sé si decirte “te quiero” o “que te vayas”, mi querida soldad.