Suplica mi alma
a las aves que vuelan
que me traigan en sus alas
la inmensidad de tu día
y al abrigo de tus palabras
sea yo tu vendimia
y fuego de brisa.
Suplica mi alma
a la prisa de tus caminos
que me acerque tu voz en mi alba
en constelaciones de caricias inventadas
y bajo la melaza de tu canto
sea yo tentación para tus manos.