Sucediendo uno tras otro
Cómo cazandose quisieran
Por no perderse en su rastro
Y conseguir algo como un premio
¿Que sentirán ya los días
Al saberse ya pasados?
El fulgor de la juventud
Estallando en cada fuego
Que el cielo ha propagado
La tarde en lo alto detenida
Sabia y mártir, descendiendo
Por voluntad propia -¿Lo crees?-
O esperando su caída
Ya luego del ocaso, la negrura
Tiñiendo de su ser todas las cosas
Y los hombres en su pena , sumergidos
En el dolor de saberse acabados
Sin comprender el levantar y hundirse
De su propia marea como un pensamiento
Oscilando, entre abismos supresores
O soles, intentos y saltos por calentarse demasiado
-por alcanzar alguna que otra, redenciones-
Todo día es a la vez el último y el primero
Todo ser es a la vez mundo y límite del vacío difuminado