Echo de menos la ciudad antigua vista desde la azotea
Vuelan cernícalos, palomas y anidan cigÜeñas en los campanarios
No se ven coches de lujo, si acaso bicicletas vehículos de proletarios
Desde esta altura, la ciudad cercana, sus plazoletas y callejas se otea.
Cuando sales de tu ciudad te encuentras el ferrocarril
Y ya las palomas urbanas son sustituidas por tórtolas y perdices
De las últimas lluvias quedan charcas y ranas que croan felices
Vuelves a la casa antigua y modesta con un patio que es florido pencíl.
En tu barrio apenas hay tráfico
La mayoría de los vecinos camina
Se intúye en el ambiente algo mágico.
Hubo una época negra y asesina
Por ella no te sientes nada nostálgico
Porque la desgracia se cebó en tu vecina.