En este corazón hay tierra fértil de luz sembrada,
de esa tierra un jardín se levantó nutriendo sabor;
con el sabor este jardín es arboleda de fragancias
producto de la esperanza que despertara una flor.
Creció y crece como leyenda homérica en altura,
respira aire de mi existencia en ciclos de pasión,
vive por la simpleza de lluvia mía cuando la toca,
nutre este campo de vida con semillas de candor.
Como dispersa esta esencia en vuelo de mariposa,
de la misma forma inunda su fuego toda la razón
que contiene dando más vida a la vida de una rosa
suave como delicada haciendo del jardín canción.
Diferente de toda especie que haya sido conocida,
ahuyenta oscuridad de la noche con su propio sol;
invierte la fotosíntesis en valioso gasto de energía
para oxigenar sin miedos la naturaleza del amor.