Para que yo enrumbara al norte
a dormir el sueño americano
mis abuelos vendieron el chanchito,
la vaca seca y hasta hipotecaron
la casita…
les dejé todas mis deudas
y hasta la crianza de mis hijos,
de quienes solo me recordé
cuando les consideré
aptos para la jornada remunerativa
Cuando me acordaba de mandar una cartita,
adosaba una foto a la puerta de un hotel
y junto a un carro de vistoso modelo
para impresionar a los primos
que por allá se quedaron;
pero luego me quejaba
que por acá todo esta caro,
que el dinero no se da en los arboles…
para rehuir el pago
de la hipoteca
por la que el abuelo perdió el ranchito,
o de contribuir con la alimentación
de los hijos que de regalo les he dejado
Un día volví al pueblo,
y expresé miedo de montar la yegua,
arrendé un costoso carro desvencijado
para mostrarles a los vecinos
que el nuevo greengo había regresado,
a todos les invité un trago
hice una fiesta por todo lo alto
y a más de una chica
me la llevé al zarzo
pero cuando el avión de regreso
cerró las puertas,
para mi todo quedó olvidado,
solo me llevé el sabor de la admiración
y la envidia que yo había fabricado
Ahora tengo la autoridad moral
para decirle a mis padres
que semilla sembrar y cual no,
y aunque mi deuda nunca fue pagada
critico a mi padre por tener troca
y mi madre por no hacer top less;
según mi dicho todos los dejados,
amigos y vecinos,
son unos abandonados
que solo viven de mi limosna
por la cual ruegan y hasta lloran
Me enorgullece ahora
cuando mi gobierno,
se impone sobre esos muertos de hambre
que no han podido sacar
ese paisucho
de la vil miseria…
pese a nuestras remesas
y las ayudas
que mi gobierno les franquea
ahora debo cortar,
hay más platos y retretes para lavar,
a ver si el albergue publico hoy logro llegar
pues dormir en intemperie esta de la patada
mañana debo los tax cancelar,
el teléfono y los datos no pueden faltar
ahí está otra troca nueva
me voy a fotografiar
para cuando al pueblo
pueda volver a viajar