Raquelinamor

EL RATÓN SOLIDARIO Tema semanal de Cuartel

Habìa una vez un pequeño ratòn llamado Varòn, que vivía en un mundo gris, rodeado de gente gris, abajo de la tierra, donde una muchedumbre se agolpaba en los agrestes  hoyos intentando salir alguna vez para ver la luz y Varòn que era un soñador empedernido, soñaba con ver aquella maravillosa luz que irradiaba el llamado sol, entretando vagaba entre las sombras procurando atrapar insectos, moscas y cucarachas como alimento y ayudando a sus semejantes mas viejos  en medio de la oscuridad, para no ser devorados por la ´´gente gris´´- Varón era un buen ejemplo en su comunidad.

En su mente guardaba los relatos de su abuela la ratona Ramona, quien le hubo platicado muchas veces acerca de la existencia de un mundo de colores, donde había un océano azul que en la distancia se perdía bajo un cielo igualmente azul, y que parecían unirse como hermanos gemelos, hijos de la misma creación universal,  que mucho tiempo atràs había sido un hogar verde de muchas especies, pero que ratas humanas destruyeron, hasta la capa de ozono que abrigaba y protegía la tierra de los rayos del sol, pero después ocurrió la gran catástrofe,  había vuelto todo gris de cenizas,  habían apagado la luz del sol, aquella que los calentaba y hacia germinar frutos buenos de la tierra.

Al parecer esa especie extraña de dos patas  había llegado de las estrellas, algo semejante al gigante mono gris, pero era una especie pensante,  muy destructora que habría invadido aquel bello planeta,  que había sido su perfecto armónico y equilibrado mundo, y fueron talando árboles para quemarlos, y hacerlos de variadas formas, ex cavando el suelo, extrayendo minerales y tanto fue la extracción de la que fue objeto que la  dejaron hueca por dentro y seca por fuera y hasta construyeron rascacielos, y fabricas para toda clase de objetos a gran escala y satisfacer necesidades creadas artificialmente.  

Por ultimo fabricaron poderosas armas atómicas que acabaron con las especies animales y vegetales, quedando solo los pobladores rastreros del reino llamado  landia en el cual convivían ocultos junto con los monos grises, en cavernas y agujeros, donde debìan ser muy cautelosos y precavidos para poder seguir sobreviviendo.

Los ancianos enseñaban el peligro que significaba salir al exterior para intentar ver la luz, ya que se trataba de una energía extraña que los calcinaba antes de poder regresar a su mundo de agujeros. Así que el pequeño Varòn al igual que muchos otros, no se atrevían a salir y así evitar correr la suerte de todos aquellos que jamás regresaron, aun cuando  en su mente no dejaba de soñar que alguna vez,  si el podrìa llegar a ver la luz del sol y conocer aquellos inmensos espacios llenos de agua que algunos llamaron mares y océanos.

Hasta que un dìa, estando en las profundidades de una alejada caverna, vió moverse algo con un extraño brillo en medio de la oscuridad y la curiosidad lo fue acercando,  hasta que tocó aquel elemento liquido, frìo, tal como se lo había descrito su desaparecida abuela, y que lo fue arrastrando a una gran velocidad, no pudiendo zafarce, lo sacó a la superficie exterior, era un río de corriente submarina, que tenia vida propia, al fin el podía ver la luz, era tan brillante que enceguecían sus pequeños ojos negros, ante tal expelido esplendor, y finalmente tropezarìa con unas rocas, que detuvieron su viaje y pudo nadar desesperadamente hasta alcanzar la orilla, quedando tan exhausto que se desmayó y durmió por varias días.

Al despertar observó un paisaje maravilloso, sus ojos no podían dar crédito a lo que veía, y pensó que estaba dentro de alguno de sus sueños. Pero, en realidad,  Varón había llegado al nuevo paraìso terrenal,  recordó las palabras de la desaparecida vieja y sabia Ramona, que decía, que al correr del tiempo, la creaciòn renacería y darìa una nueva oportunidad a todos los seres mortales.

Entonces respirò feliz, había alimento suficiente para muchos y el debìa compartir ese gran descubrimiento con sus semejantes, el tenia que ser solidario y ayudar a los demás a conocer el nuevo mundo, pero también tendría que enseñarles que deberían cuidar del habitat y jamás permitir que ninguna otra especie por pensante e inteligente que fuera, viniese a destruirla. Lo que suponìa una enorme responsabilidad. Se preguntó  ¿Si sería capaz de hacerlo?

Y colorin, colorado este cuento de hoy ha terminado, y no olviden mis amados que todo puede ocurrir...pues mas temprano que tarde, el hombre al mundo esta empeñado en destruir y llevar a la humanidad a la inexorable oscuridad.

Raquelinamor

Septiembre/2017