Despertar,
con la luz de tus ojos en los mios,
tu respirar y ese aroma,
invadiendo mis sentidos.
Esa dulzura en el saludo,
de esos labios que se encuentran,
cómplices... como la noche y el día,
amargos cuando son despedida.
Tu desnudez, me arropa entera
convirtiéndome en tu presa,
con susurros, con entrega
con cariño y sin reservas.
Acariciando pensamientos,
sin querer, surge...un TE QUIERO,
son dos almas distanciadas,
que se aman, en silencio.