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CAUSAS Y COSAS DE LA VIDA (parte 2)

 

El semáforo cambia y un ciego pide que alguien le ayude a cruzar la avenida, Roxana le saluda, y este responde con una sonrisa agradeciendo aquella mano amiga, mientras avanzan ella piensa que algunos van por la vida privados de tantas cosas, y aun así siguen adelante sin detenerse jamás. Al terminar de cruzar la avenida el ciego aprieta su mano y le dice: –“Gracias a la belleza que esta mas allá de la mirada,  una buena actitud la confirma, que tenga una vida feliz”.  Él siguió su camino, mientras ella lo siguió con su mirada hasta que ya fue imposible divisarlo, pero sus palabras llegaron aquel día como bálsamo de vida, y recordó aquel dicho que dice: “No hay peor ciego que aquel que no quiere ver”.  Y se dio cuenta del instante, y lo que significa un paso a la vez, y su entorno cobro vida en cada detalle que alimenta  el día a día.  Siguió caminando hasta encontrarse con un sublime lugar.  Allí cada quien puede expresar libremente lo que siente, entre músicos, pintores, escritores etc..  Sentada bajo la sombra de un árbol, mientras escucha la música, observa unas manos que sostienen un pincel, mientras crea el sentir que expresa a través de su arte,  otra escribe las memorias en su diario.  De improviso alguien se acerca y le muestra un esbozo de su rostro.  –“Disculpe el atrevimiento, reciba este humilde presente, es un obsequio de mi parte, no pude evitar dibujarla, su sonrisa llamo mi atención, mi nombre es Oscar”.  –“Hola, gracias mi nombre es Roxana, agradezco y aprecio tu gesto, me favoreces en este bosquejo,  me encanta este lugar y lo que hacen todos ustedes”.  –“Entonces bienvenida seas, te presentare al grupo”.  Se acercan a un pequeño escenario improvisado y en pleno desarrollo de la obra, los actores intercambian escenas de amor y se despiden en tiempos de guerra…

Y la vida continúa …