Nuestros suspiros de amor y nuestras aceleradas respiración rompía el profundo silencia en nuestra habitación, con las caricias y besos que compartíamos los dos.
Con blancas sedas tu cuerpo se cubre, esas que te quitaras para ver tu cuerpo y tus blancos senos, los que con mis manos acariciaré y con mis labios besaré.
Con mis dedos desplazaré los cabellos de tu cuello para poderlo besar, acariciar tu espalda con dulzura y suavidad, templárla como las cuerdas de una guitarra y tu cuerpo con suspiros vibrara.
© José Cascales Muñoz
Reservado todos los derechos.
14 de Septiembre 2017