esta noche vagamente entre tu piel me he dormido
sin zozobra me permito no pedir permiso
de acurrucarme en tu pecho mientras escucho una canción.
mientras yo envuelvo retazos de mi vida
de tatuajes en tu piel con mis caricias.
con simplezas sin descaro invaderé tu espacio,
déjame ser libre sin comparsa ni atavío.
pregúntale a la noche si concibe mi estadía
y así tenga algún reproche no jusgaré su desición
es hora de dormir y tu cuerpo es abrigo
en esta noche de invierno,
no hay excusas para dejar el colchón.
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