Ya se alza el nuevo día
entre nardos desvestidos de pudores...
entre gasas deslizadas de un te quiero
por la estepa desgarrada de su ira,
y aún así mi desnudez se alza ignota
entre lirios desbocados de caricia...
entre lánguidos
y anárquicos quehaceres,
por el lago desnudado de su risa.