Deja hoy mujer tu cintura
al alcance de mis manos
que en ella existen verános
que han de aliviar mi locura.
De los labios sin ternura
supe de amores malsanos.
Sus besos como tiranos
me robaron la cordura.
Pónle fin a la tortura
de sus aromas mundanos
que soy espiga de granos
para tu fértil figura.