al tus lagrimas caer,
como gotas de aquel mar interno,
esas aguas negras de tu mirar,
mescen la balsa en la cual navego,
la tierra se empapa,
y los árboles de la memoria florecen,
los vientos de la emoción llevan nuestra tonada,
susurrando la canción en las hojas,
mientras que el tiempo se escurre sobre nosotros,
mientras que el amor nos mantiene de pie,
la Dama de Verde cuenta sus perlas,
dibujando su mapa en las hojas secas del olvido,
llegamos al final de todas las cosas,
las sombras se aferran a nuestra esencia tal cual amante obsesivo,
cada día nos promete un final diferente,
mientras seguimos siendo una piedra mas en la cama del río.