Hoy en el parque, la escarcha amanece
y encuentra el cadáver de una lluvia
La ve cubierta de hojas secas y sueños fríos
El viento la ha matado a golpes
la ha violado
y arrojado en una zanja oscura
Los árboles al verla,
tan pura, hermosa, frágil,
envuelven su cuerpo con raíces tiernas
y la llevan a sus hojas más verdes.
Por la tarde, algún ángel canta
sobre alguna rama.
Truena algún llanto,
se descarría alguna nube,
y lentamente
marchita una lágrima.