Dulce morenica de estrellado manto
florida cadena uniendo cielo y tierra
tu presencia portentosa fue luz, también fue canto,
para América, el mundo, desde México y su Sierra.
Patrona de humildad, caridad y pobreza,
contigo no hay fronteras ni caminos amargos
para el peregrino que inclinando su cabeza
crea en ti, cual millones de Juan Diegos.
Has traído paz, esperanza, de vergel verdor
a los yermos campos y almas, clara luz de la mañana,
floreciste en rosas, vivificaste todo en derredor
mi pequeña madrecita, mi Guadalupana.
Imprime en mi ser tus mil virtudes
cual portento del Tepeyac lejano
desde donde amorosa y presta acudes
al llamado del mortal,
con glorioso bálsamo en tu mano.
Bolívar Delgado Arce
México D.F., febrero de 1987
De: \"En Torno a la Cruz\"