Al pintar en un lienzo tan amargos dolores,
de vida abandonada subsumida en bondades.
Yacen semidormidas entre crudas verdades.
¿Será Higeia poderosa del orgullo en albores?
Se esfumaron en vida, por clamor, estertores...
Murmullos que al oído me cantaban piedades.
Cayeron en pedazos, crudas...Malas edades.
Gemidos de los lentos, de los tristes clamores.
El color que del rostro fue de mágico halo
por la vida exultante, es ahora un quebranto.
El aliento soñado despertó la secreta
unión de vida y muerte, entre blanca loseta
Pretenciosa asonancia que se deja en el llanto.
Apenas un murmullo, un segundo intervalo.
Amalia Lateano
@ Registrado