El Hombre de la Rosa

¡¡¡ EL SUPREMO ROMANCE DE AMOR !!!

 

 

¡¡¡ EL SUPREMO ROMANCE DE AMOR !!!

 

*** Versos de la Rosa ***

 

He despertado sabiendo que dejo mi alma en el hogar

cuando mi ser se apaga entre los giros del vivir diario,

querer amarse es sensibilizarse con esa alma querida

desear luz es enlazar tu savia con algo diferente de ti,

será buscar por deseo ardiente eso que te dará placer

ligando íntimamente un hombre o una mujer deseada.

 

Chorreaste tu tendencia de zalemas de intenso placer

para en la intimidad ser sostén privado de este afecto,

cuatro paredes llenas de queridos detalles al convivir

amado lugar donde tu grandeza del sentir es ofertada,

íntimo oculto donde la pasión rebota entre sus muros

hilvanando la prosa eterna de ese deseo de nidal feliz.

 

Sientes al abrir las puertas de ese hogar vivo encanto

recogiendo con placer esas semillas que has plantado

cuanto dispendio de los queridos roces de los cuerpos

deliran en la tenue penumbra de tu maravilloso lecho,

dejando sutil su agridulce aroma la secreción ansiada

que subyace en el hálito asignado de la promiscuidad.

 

Rozando tu sensibilidad en la carne trémula de deseo

entregados a un ansia sempiterna de zalemas al vivir,

querer placer entre las delicias por gracias de ternura

suavizando esta armonía en los cuerpos que se aman,

fortaleciste el compromiso firmado con espiritualidad

en el momento que la ley de la calle llame a la puerta.

 

Será llegado entonces el instante de proteger el alma

con la grandeza filial de la estabilidad del matrimonio,

compartiendo con la vida vuestra riqueza sentimental

metidos en los arduos y difíciles recodos por felicidad,

valorando siempre el caudal que tiene ser una familia

dejando la avaricia de la seguridad que seca el afecto.

 

Cuando vuestro santuario viva cimentado sabiamente

todo ese sentimiento de seguridad protegerá el hogar,

aunque el compañero se evada no destruirá ese amor

al ser impregnado con las zalemas de tu amor eterno,

apreciando su cariño cuando te rozas con las sabanas

aunque tu aliento siga vacío por las lágrimas vertidas.

 

 

Autor:

Críspulo Cortés Cortés

El Hombre de la Rosa

20 septiembre 2017