Nos estamos alejando tanto el uno
del otro
que ya ni los enfados nos duelen…
Los sueños que un día impregnaron
nuestro universo
de fantasías y buenos deseos
murieron
abandonados un día de otoño
entre las rejas góticas
de una fría celda donde los presos
deshojan cada noche
los sueños de libertad que se escapan
como si fueran viejos fantasmas de humo.
Nos estamos alejando tanto el uno
del otro…