BudaPanda

Se quedó Sin Matices al Amanecer

Sin Matices al Amanecer

Mientras ella toma su café cuenta las primeras historias del día.

Quizás las segundas.

Las primeras tienen que ver con sueños que se viven y se recuerdan, con sábanas que no se quieren abandonar, con motivaciones sobre ese próximo día sin que suene el despertador.

Hoy no vio tonos coloridos en el amanecer. Hoy se levantó a oscuras a regar las plantas de su jardín, a pesar de la lluvia de la noche anterior.  Sus raíces necesitan un poco más de cuidado –pensó- aquella reserva de humedad para que las hojas se puedan mantener en los días cálidos.

Tal y cual nos pasa a todos. No basta con sentir atención y cariño solo en la piel. Se hacen necesarios los afectos profundos para mantener estable las relaciones cuando llegan los días difíciles.

Y mientras regaba las plantas y sentía el agua fluyendo por sus manos y sentía las vibraciones que ellas le devolvían, aprovechó para sanar su alma, para limpiar su espíritu.

El cielo estaba despejado. Sonaban truenos pero no se veía en dónde. La luna todavía estaba alta pero perdida su luz en caras ocultas.

La claridad del día llegó y los tonos fueron limpios, despejados.

Recordó otros días en donde al levantarse se deleitaba en los matices, esta vez no vió colores en el amanecer. El día empezó a transcurrir sin asombros, extraño. 

De Angela L.

siguela en http://puntadelalengua.blogspot.com/