No sabía que el viento tenía labios,
menos a aún que pudiera besar...
Hasta que en un amanecer caluroso
me sorprendió dormida
y cual ladrón experimentado
adueñándose de mi boca
me enseñó a besar...
Exquisitos labios del viento
inquietos, suaves y frescos
que logran fuegos internos calmar...
Bella forma de besar
tiene el señor viento
que puede extaciar las almas,
crear remolinos y torbellinos
como también en dulce brisa acariciar
sin noción del tiempo ni el lugar...
Desde aquel día soy adicta
de sus labios, de sus besos
y cada noche en secreto
deseo libremente volar
envuelta en sus alas, mi amado viento...
ESMERALDA....