Julio A. Rocha

AUSENCIA

La busque entre la multitud que estaba en el aula, me di vuelta y mire atrás, por ahi había llegado tarde y se tuvo que sentar al fondo y yo sin saberlo, pero nada.
Era como la quinta vez que mis ojos se paseaban por el aula tratando de encontrar los suyos en una mirada casual, en donde una sonrisa cómplice delatara el amor que nos teniamos, pero nada.

Y es que soy un estúpido.

 

Sabia muy bien que ella ya no iba a llegar y entrar por la puerta.

 

Sabia muy bien que no iba a sentarse a mi lado, ni adelante, ni atras.

 

Sabia muy bien que mis ojos no la verian y que los suyos tampoco me buscarian.

 

Sabia muy bien que ella ya no estaba.

 

¿Porqué me cuesta tanto entender que está muerta?