Miraba tu sonrisa,
solo comerte a besos, esperaba,
toqué tu mano a prisa,
tu frente acariciaba,
después te dí mil besos, que soñaba.
De cara al paraíso,
toqué la gloria en vida, que alegría,
tan lindo compromiso,
tan formidable día,
lo que estaba viviendo, no creía.
Apareció la aurora,
dormí bien esa noche, bello sueño,
mi corazón te adora
deseo con empeño,
que sea de verdad, el ser tu dueño.